Vuelta de los Concejales "centristas"

22 de julio, 1932.
No acuden los C. Solo acuden 7.

Teatro principal, fosas cementerio, gastos de la Décima.
Visita del Delegado del Gobernador (Gerardo Fentanes[1]), Sr. Álvarez Sánchez (Alcalde de Torredelcampo). Para depurar las responsabilidades de Aytos. anteriores (Dictadura). Las actas están correctas, las cuentas aprobadas, el arqueo normal, sin denuncias de particulares, por tanto, todo correcto. A pesar de ser un régimen ominoso, fueron honrados, dice.
Pasa a hablar del tema de la situación del Ayto. con las renuncias y nombramientos de nuevos concejales (el cargo de concejal es gratuito, obligatorio y honorífico, además de voluntario).
Problema: no es legal el nombramiento interino, porque no supone una tercera parte del total. Cesa a los cuatro nombrados.
Reintegra a sus cargos a los seis dimitidos.
Cuadra pregunta por la cesión de terrenos. Hablan de las cuentas del pan. Del maltrato por los Municipales a una persona. Pero Baltasar le dice que hace unos días, varias personas pegaron a un Municipal. Moreno le dice que eso no se puede hacer y que el Municipal denuncie, que no están en un régimen inquisitorial.

27 de julio, 1932.
Vuelven los C. 

Martínez Villar dice que se reincorporan a sus puestos y que esperan ser respetados, que están como independientes y que solo tienen un programa: lo mejor para Úbeda.
Critica a Moreno Biedma por no cumplir con sus obligaciones en la noche que atacaron a los Centristas y que dio lugar a su dimisión. Y agradece a Baltasar y a todos sus compañeros socialistas que los defendieran a pesar del peligro para ellos mismos.
Vázquez también interviene y dice lo mismo: los ofendieron, los calumniaron y se vieron desamparados por el Alcalde, Moreno Biedma; se congratula de que la inspección que se ha realizado al los Aytos. anteriores, haya salido negativa de cargos y por tanto, su , entonces, fue buena. Su ausencia obedeció a un plan político desde las elecciones. A pesar de su buena voluntad en los cargos tras la República, se les persiguió y puso en contra al pueblo, sobre todo contra Lara, alcalde de la Dictadura. Fue tan grave el caso, que si Lara acude a la sesión de aquella noche, hubiera muerto (llama al pueblo “inculto”). Hace una defensa de Lara extrema. Dice que llegará el día en el que Lara sea aclamado por su acción bienhechora. Disuelto el partido Centrista, sólo vienen a colaborar con el Alcalde, aunque les distancie la ideología del partido en el que milita. No están de acuerdo con la gestión hecha, porque hay que revisarla, pero que confirman a Baltasar como alcalde.
Solicita que se desagravie a los calumniados con la publicación en prensa de la Inspección realizada en la que no hay maldad de lo hecho por los ayuntamientos de la dictadura. Se reviesen los acuerdos hasta la fecha, por ser ilegales. Que ellos no son cómplices de lo acordado hasta la fecha y que Lara no viene porque está en Córdoba atendiendo a sus asuntos, pero que quiere que se diga que le hubiera gustado poder estar.
Quesada toma la palabra y dice que está de acuerdo en que los incidentes fueron penosos y que ellos no tuvieron nada que ver. Y que expusieron sus vidas para salvar  a los Centristas. Que si han cometido errores que es por su falta de instrucción pero no por maldad. Que si ellos también hubieran dejado de asistir, qué hubiera sido del ayuntamiento. Que ellos seguirán trabajando por el pueblo y por la clase trabajadora.
Cuadra toma la palabra y se alegra de que vuelvan. Hace historia de lo ocurrido y dice que se rogó la vuelta de los Centristas, pero que como no ocurría, el gobernador decidió que los socialistas dieran tres nombres y los republicanos otros tres. Que ninguno los dio, pero el PRS dio el de Segundo Mas. Por desconocimiento, los nombramientos del Gobernador, no recayeron en ex concejales anteriores.
Moreno se defiende de los ataques y jura como caballero que él desconocía los hechos. Que dimitió por ello, pero que el pueblo lo llevó a hombros hasta la plaza. Que llamó al Gobernador y a la Comandancia Militar, pero que le dijeron que no usara la fuerza. Entonces decidió bajar y con una bandera, retiró a un grupo. Se le puede imputar de incompetencia o de falta de energía pero que trató de contener el ataque. Que pueden no creerle, pero que no actuó con malicia.
Martínez vuelve a hablar y dice que lo que él sabe, está en desacuerdo con lo que Moreno cuenta. Que cuando estaba en la plaza, habló con el Gobernador y dijo que los Centristas no volverían a los plenos. Que en su mitin de la plaza de toros, dijo que si bajábamos los Centristas tendrían que soportarnos. La noche de los hechos, él ordenó a la Guardia Civil que se retirase. Que durante su gestión estuvo Úbeda sin autoridad y que permitió que se apedreara el Círculo de la Alianza Republicana y tres casas de republicanos, arrancadas las señales de Parador Nacional y atacada la sede del Círculo Tradicionalista con el agravante de encarcelar a su presidente y dejar sueltos a los atacantes. Que con el delegado del Gobernador dio todas las explicaciones a los republicanos pero que a ellos nada.
De la Blanca se adhiere a Martínez y dice que nadie bajó a defenderlos, mientras Moreno se escondía en la Casa de Socorro. Protesta y pide censura para Moreno.
Moreno dice que él no recuerda lo que dijo desde el balcón de la Inspección, que no cree haber dicho nada contra los Centristas. Nunca ha tenido animosidad contra ellos y que el estado de excitación pudo no permitirle explicarse bien. Que él no fue a la casa de Socorro a esconderse sino que le llamó el Juez Municipal.
Baltasar dice que agradece la vuelta y que también las frases de agradecimientos, pero que él solo ha hecho lo que debía para su cargo. Que colaboró con ellos en decisiones importantes como la petición de la Décima e, incluso, les pidió que bajaran a la sesión para votar, pero que no lo hicieron.
Pérez agradece también las palabras de los Centristas por su colaboración y que ellos ignoraban que el ayuntamiento funcionara ilegalmente. Que si los concejales que no dimitieron, no acudieron a las sesiones, sabiendo que era ilegal, podrían haberlo dicho. Que la culpa será del Gobernador que lo hizo.
Vázquez dice que ellos avisaron a los diferentes gobernadores[2] pero que nada hicieron y que deben revisarse todos los acuerdos para evitar responsabilidades.
Comisión de la Décima, y las cuentas.
Muñoz dice que se revise la solicitud de los Industriales sobre los gravámenes. Baltasar dice que así lo hará.
Moreno pregunta sobre los maltratos de los Guardias y Baltasar le dice que lo está revisando.
De la Blanca dice que se vigile la calle del Gallo porque los niños y los animales rompen cosas; Baltasar le dice que solo hay ocho guardias y que todos debemos colaborar con las casas que nos interesan para denunciar.





[1] Gerardo Fentanes Portela. Nacido en Cerdido en 1887 y fallecido en Burdeos (Francia) el 10 de junio de 1944, fue un abogado y político gallego. Fue juez de Tineo, Lalin, Úbeda y Sevilla y el juez Audiencia Territorial de Sevilla. Militante de Acción Republicana en mayo 1932, fue nombrado gobernador civil de Jaén, y en noviembre de ese año de La Coruña, en cuya posición se mantuvo hasta septiembre de 1933. Fue juez de la Corte Suprema por el final de la Guerra Civil: 1937-07-04 Orden nombrando Presidente suplente del Tribunal Especial encargado de conocer y sancionar los delitos de espionaje y demás enumerados en el Decreto de 22 del pasado Junio al Magistrado del Tribunal Supremo don Gerardo Fentanes Portela. Se exilia en Francia, donde murió en 1944.
[2] El nuevo Gobernador, Gerardo Fentanes, toma la decisión de reponer a los Centristas en sus cargos considerando que la decisión de Urdapilleta fue ilegal. Parece que se apoya en el articulado sobre reposición de concejales fuera de los plazos legales (art. 46, Ley Municipal de 1877).

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias.